Yo no se ustedes vosotros, pero yo les puedo asegurar que estoy hasta las mismisimas criadillas, osea hasta los cataplines, osea, para ser mas claro, hasta los huevos, de las llamadas telefónicas para hacer publicidad de las compañías telefónicas, las tarjetas de crédito y demás historias.
No hay día que me siente a comer a las tres de la tarde, o a descansar en el sofá a las diez de la noche después de un duro día de trabajo, que no suene el teléfono y una voz, normalmente sudamericana (no lo digo despectivamente, es que es así), me diga: "hola, buenas noches, le llamamos de Jaztel, o de moviestar, o de Bankinter".
Pues no. No es una buena noche. O mejor dicho, prometía serlo hasta que usted me ha puesto de mala leche con su llamadita.
Lo he intentado de todas las maneras: he pedido por favor que me borren de sus bases de datos (sinceramente, no se para que sirve la ley de protección de datos, a no ser para amargarnos la vida a los profesionales y para encarecer aún mas nuestra maltrecha actividad), les he intentado razonar que me están molestando, que se están "metiendo en mi casa" sin ningún tipo de invitación ni permiso (se debería llamar "allanamiento virtual de morada", y debería estar penado, al igual que el allanamiento físico), les he hablado con buenos y malos modos, les he dejado esperando al teléfono, a ver si se cansan de una vez. Y no hay manera. Siguen y siguen y siguen.
No se si las compañías que utilizan este tipo de publicidad se han parado a pensarlo, pero desde luego, en mi caso surge un efecto totalmente contrario: Tengo el firme propósito de no contratar nunca los servicios de ninguna de estas empresas. Y creo que hay mucha mas gente que piensa como yo.
¿Porque no se lo decimos desde todos los foros que tengamos ocasión?. Así a lo mejor cambian y nos dejan en paz de una puñetera vez.
Zipi
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