HABLEMOS DEL TABACO

Tengo que confesar que llevo mucho tiempo (exactamente desde la publicación de la llamada “Ley antitabaco”, que en realidad no es “antitabaco” sino de “regulación del consumo de tabaco en espacios públicos”, que no es lo mismo) haciendo un verdadero esfuerzo por no hablar del tema del tabaco, para no dar un argumento mas a los fumadores para hacer victimismo al respecto.

Desde la promulgación de la ley en cuestión, vengo oyendo dos tipos de comentarios por parte de los fumadores: por un  lado, el consabido “nos tratan como apestados o como delincuentes” y por otro lado el no menos conocido “no me creo que el tabaco sea tan malo” o “mira Santiago Carrillo: toda la vida fumando y ahí está”.

Comenzaré mi reflexión tratando en primer lugar el segundo de estos comentarios.

Si hacemos  una búsqueda sencilla, en google, introduciendo el término “tabaco y cáncer” en el buscador, obtendremos 724.000 resultados. Si la misma búsqueda la realizamos en ingles, obtendremos la friolera de 28.000.000 (si, veintiochomillones) de resultados.  Pero claro, ustedes podrán decirme: “es que en google la información puede tener muy poca validez”. Cierto, pero al menos deja de manifiesto la preocupación que el tema suscita entre los internautas.

Por otro lado, si ahora la búsqueda la realizamos en PubMed (un inciso. PubMed es el motor de búsqueda de acceso a la base de datos MEDLINE de citaciones y resúmenes de artículos de investigación biomédica ofrecido por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. MEDLINE reune  alrededor de 4.800 revistas de las de mayor impacto publicadas en Estados Unidos y en más de 70 países de todo el mundo desde 1966 hasta la actualidad) obtendremos 12.932 resultados, osea, artículos publicados en revistas científicas de prestigio, en el que se relaciona cancer y tabaco. ¿Les parece suficiente evidencia?.

Pues si no fuera así, ahí van unos cuantos datos mas: El humo del tabaco contiene alrededor de 4.000 sustancias químicas, de las que 250 son consideradas perjudiciales para la salud. De estas últimas, 50 son cancerígenos (“cancerígenos”: sustancias que se ha demostrado que pueden producir cancer); entre ellos podemos citar: arsénico, benceno, berilio (un metal tóxico), 1,3-butadieno (un gas peligroso), cadmio (un metal tóxico), cromo (un elemento metálico), óxido de etileno, níquel (un elemento metálico), polonio-210 (un elemento químico radiactivo), cloruro de vinilo, formaldehído, a-benzopireno, tolueno. La Agencia Nacional del cancer Americana, organismo que aglutina a los mejores especialistas en cancer de EEUU, considera probado que el consumo de tabaco causa cáncer de pulmón, de esófago, laringe, boca, garganta, riñón, vejiga, páncreas, estómago y de cérvix, así como también leucemia mieloide aguda.
Asi mismo, se considera que fumar causa problemas cardíacos y apoplejía, así como enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Por otro lado, las mujeres embarazadas que fuman corren un riesgo mayor de que sus bebés nazcan prematuramente o con peso anormalmente bajo, la mujer que fuma durante el embarazo o después de él aumenta el riesgo de que su bebé muera por síndrome de muerte infantil súbita y los hombres que fuman tienen mayor riesgo de presentar disfunción eréctil.
Se estima que cada año en Estados Unidos fumar cigarrillos y la exposición al humo de tabaco causan 438.000 muertes prematuras. De dichas muertes, cerca de 40% son por el cáncer, 35% son por enfermedades cardíacas y por apoplejía, y 25% son por  otras enfermedades. ¿queda todavía alguna duda respecto a los efectos perjudiciales del tabaco?.

Bien. Reflexionemos ahora sobre el primer comentario de los fumadores (“nos tratan como apestados”).

El humo de tabaco en el ambiente (conocido también como tabaquismo pasivo) es la combinación del humo de la combustión espontánea de un producto de tabaco y el humo que exhala el fumador). La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU., el Programa Nacional de Toxicología de EE. UU., la Dirección General de Sanidad de EE. UU. y la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer han clasificado al humo de tabaco en el ambiente como cancerígeno (recuerden: sustancia que causa cáncer). Inhalar humo de tabaco en el ambiente causa cáncer en adultos que no fuman. Cada año en Estados Unidos aproximadamente 3.000 adultos no fumadores mueren por cáncer de pulmón causado por la exposición al humo de tabaco en el ambiente. Vivir con un fumador aumenta la posibilidad de cáncer de pulmón en quienes no fuman en 20% a 30%.
El humo de tabaco en el ambiente causa enfermedades y muerte prematura en adultos no fumadores y en niños. Se estima que la exposición al humo de tabaco como “fumador pasivo” aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas en 25% a 30%. Asimismo, se piensa que dicha exposición causa más de 46.000 muertes por enfermedades cardíacas en Estados Unidos cada año. Los niños expuestos al humo de tabaco en el ambiente (si, los hijos de fumadores, pero también los de los no fumadores que van inocentemente a acompañar a sus padres, no fumadores, a desayunar a la cafetería)   tienen un alto riesgo de presentar síndrome de muerte infantil súbita, infecciones de oídos, resfríados, neumonía, bronquitis y asma.

¿Todavía les parece injusta una ley que proteja al no fumador?.

Miren, yo soy un defensor de las libertades individuales, pero también creo que la libertad de cada uno termina donde empieza la libertad de los demás. Si usted, a pesar de todos los argumentos CIENTÍFICOS expuestos, decide fumar, hágalo. Pero respete mi libertad para haber elegido no fumar. Hágalo en su casa (donde me consta que muchos de ustedes no lo hacen “para no dejar mal olor en la tapicería de sus sofás) o en la casa de otros fumadores, pero no me obliguen a mi a respirar su humo, a desayunar o comer con sabor a tabaco, o simplemente a no entrar a locales públicos donde tengo todo el derecho del mundo a estar, SIN MOLESTAR A LOS DEMÁS.
P.D.: Lo siento Zape, tenía que decirlo.

ZIPI